lunes, 29 de agosto de 2016

Tu carrera después de la carrera (¡Corre de este libro!)


Ha pasado mucho tiempo (MUCHO) desde la última vez que actualicé. No me he suicidado aún, simplemente no tenía un tema que me apasionara para escribir sobre él. Aparte, la preparatoria me ha succionado mucho tiempo. Y de hecho, esta entrada no fue concebida como tal. Esto que van a leer es el reporte que voy a entregar a mi profesora de psicología dentro de unos días. No obstante, me quedó bastante bonito y por eso lo comparto.

Para ponerlos en contexto, el escrito debía contestar cuatro preguntas: ¿Qué me ha pasado o me va a pasar de lo mencionado en el libro? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para cambiar y que me pasé lo bueno que se menciona, o no me pase lo malo? Si el autor fuera tu amigo ¿Qué comentarios le harías sobre el libro? Y ¿Con qué te quedas del libro?

Sin más que mencionar, espero que disfruten con esto. No como yo cuando leí el libro:



"Es difícil hacer un análisis detallado de un libro que no da para mucho. No sólo por el tamaño (Minúsculo por sí mismo, pero que además se siente agrandado artificialmente con imágenes innecesarias, letras enormes y páginas en blanco), sino por la calidad del mismo. Puede que se deba a que mi carrera universitaria no es mi máxima en esta vida, y por lo mismo no me siento identificado con los futuros laborales que aquí se mencionan, o que las cosas que se nos dicen y sí me han pasado, sean una obviedad, como la mención de los cambios del adolescente o cosas por el estilo. No soy una persona diferente al resto, por lo que aunque sí me sentí identificado con un par de cosas, fueron cosas tan generales como que las personas respiramos. Precisamente por esto, se me complica demasiado encontrar una enseñanza o algo que me pueda llevar por el contenido literario. Las cosas que me llevo sirven de aprendizaje de lo que no debo hacer, tanto en el aspecto gráfico y en la forma pragmática de escritura pragmática donde lo pragmático es ser pragmático y repetir una palabra innecesariamente. Pragmático.

Aparte, también me llevo la enseñanza de no apelar al sentimentalismo barato, como cuando el escritor menciona a las personas que no están dispuestas a luchar y dice que no va a gastar más palabras en ellos, para terminar con un “te deseo la mejor de las suertes y que Dios te bendiga”. En serio, sólo faltaba que incluyera una fotografía del autor con cara triste y lágrima cayendo para tener la lástima de telenovela en su punto álgido. Y ojo, no digo que el autor sea un idiota (Tampoco lo niego), simplemente me parece que este libro fue hecho como una máquina de dinero que se aprovecha de las personas que son incapaces de ver lo obvio y necesitan que otro se los diga. De ahí, que el contenido sea nimio, que esté lleno de relleno y repeticiones que aumentan el grosor de las páginas sin llegar a aportar nada relevante. Más de un consejo necesita escuchar el señor Herrera para aprender a escribir de manera concisa y sin dar más vueltas que un trompo. Aparte de evitar contradicciones en el mismo párrafo, tal como hizo al decir que no se haría el chistosito para después incluir la palabra “wey” en cursivas para, no sé, conectar con la onda de los chavos. O algo así de triste.

Puede que se deba a que quiero estudiar lengua y literatura, a que soy una persona que disfruta de la lectura y ha leído algunos cuantos libros en su vida o a que también escribo, pero creo que es realmente necesario que este libro tenga una revisión estilística a fondo. Y por más que quiero imaginarme qué le diría a Helios Herrera  si fuera mi amigo (Por lo cual me permitiría llamarlo por su nombre de pila), no puedo imaginarme como amigo de una persona con una mentalidad tan desacorde con la mía y que además, tiene la misma habilidad al escribir que una piedra. Pero si fuera mi amigo, tuviera la confianza y me permitiese darle un consejo, lo tengo claro: Deja de escribir.

Y si fuera un necio y quisiera seguir haciéndolo, que lo haga en formato digital. Ya hay pocos árboles como para desperdiciarlos en este tipo de literatura.

Finalmente, este libro no fue para mí más que un desperdicio de tiempo. Afortunadamente, se lee en hora y media, pero sigo sintiéndome decepcionado de que nunca me devolverán el tiempo que gasté en esto. Mi vida sigue exactamente el mismo curso antes y después de leerlo, sólo que ahora me siento sucio por haber leído el tipo de literatura del cual siempre me había alejado como si fuera el ébola. De modo que realmente no tengo intención de cambiar nada de mi vida para evitar un aspecto o buscar otro. Simplemente, este libro será desechado de mi mente en cuanto acabe de escribir esto y, ehr… ¿De qué hablaba?"

Hasta aquí llegó mi reporte. Resumiendo todo: Mierda infumable. Y no lo digo sólo yo:


Inclusive se llegaron a referir al libro como "La porquería esa" y dijeron que "tenían ganas de orinarlo". Y no los culpo.

Vomité un poco en mi boca, así que sayonara, madafacas.

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