sábado, 30 de septiembre de 2017

It - Capítulo uno (2017)

Tendría 6 o 7 años cuando, saliendo de la primaria, mi mamá me llevaba a un puesto de películas y me compraba algunas. Recuerdo que ahí compré casi la saga entera de Child's Play (Chucky), salvo la primera que nunca la conseguí. Y también recuerdo que de todas las películas de terror, había dos a las que consideraba las más terroríficas: It y The Exorcist. La última la vi hasta apenas hace un año aproximadamente, volviéndose mi película favorita del género; It, por otra parte, la vi cuando era niño y maldita sea, la cantidad de pesadillas que le debo al Pennywise de Tim Curry.

En secundaria pude descargar el libro original de Stephen King. El tamaño puede espantar a muchos (Sin albur), pero merece la pena. El libro está contado desde tres perspectivas distintas: Derry en 1957, Derry en 1985 y las investigaciones que lleva a cabo Mike Hanlon. Y no están en un orden concreto, por lo que llega a confundir pero sigue teniendo una narrativa clara pese a lo enrevesada que es. Al acabar de leer el libro, entendí lo que estaba mal con la adaptación de 1990 (Que es una mini-serie para televisión, pero practicamente todos la consideramos una película) y lo difícil que sería llevar esa historia al cine tratando de ser fiel al libro. Por ello me parecía una locura que lo volvieran a intentar, pero acabó ocurriendo. Esto es It (Muschietti, 2017).


Lo primero que hace bien la película es mostrarse como tal, como una produccion cinematógrafica con un mayor presupuesto y eso se nota en cada plano. La dirección esta cuidadísima, visualmente es impresionante, sabe crear atmósferas tan dispares como la alegría de un grupo de amigos pasando el rato en el campo (Escenas que me recordaron mucho a "Stand by me"), el suspenso de ver a un protagonista siendo perseguido o el miedo más absoluto al encontrarse en la guarida de Pennywise. 

Las actuaciones son casi perfectas (Sólo Wyatt Oleff, que interpreta a Stan, me parece que da una interpretación muy pobre), la mayoría de personajes son representados tal como en el libro, a excepción de, nuevamente, Stan. Aquí es bastante más torpe y pierde uno de los rasgos que lo identificaban. Ciertamente la pérdida de rasgos característicos es habitual en esta adaptación (La puntería de Beverly o la habilidad de construcción de Ben no aparecen. El asma de Eddie se muestra relativamente poco), pero encontramos a los mismos personajes que en el libro... Y no que en la película anterior.

¿Qué es esto? ¿DC Cómics o por qué chingados no pueden hacer un personaje pelirrojo? Vete a la verga, adaptación de 1990.

Ciertamente, esta película es una adaptación y no podemos esperar una copia escena por escena del libro, pero es inevitable el compararlos y ver qué tan bien resultan los cambios realizados en la película. A partir de aquí empiezan los spoilers, así que si no la han visto y no quieren arruinársela, pongan freno.

El primer cambio ocurre en el tiempo; si el libro y la primera adaptación se encontraban en 1957 cuando los personajes eran niños, esta vez la historia toma lugar en 1988. Este cambio de era tiene varias razones de ser: Bien puede ser para darle un aire de frescura a la obra, para hacer una referencia a los aproximadamente treinta años que tarda Pennywise en regresar, para que gran parte de los espectadores se sintieran más identificados (No es mi caso, yo nací a finales de los noventas) o inclusive para poder meter una banda sonora con temas ochenteros, aprovechando que esa década se encuentra de moda (Pregúntenle a Guardians of the galaxy si no me creen). El mayor problema con este cambio radica en ciertas referencias que pueden sentirse un tanto forzadas, como tener a Richie jugando Street Fighter, a un miembro de los matones con playeras de Anthrax y Metallica o a dos diálogos mencionando a Michael Jackson. No es molesto, pero puede llegar a dar la sensación de estar fuera de lugar.

Las apariciones de It también cambian. Esto ya lo había hecho la versión de los noventas, con la famosa escena de las duchas que tantos traumas causó y que ahora se ve como una mierda:


No se muestra la aparición que tiene con Richie; tanto la de Ben, Stan y Mike son completamente diferentes. Esta última, por ejemplo, incluye un cambio de guión en el que el padre de Mike está muerto. Sólo las de Beverly, Bill y Eddie permanecen practicamente iguales, salvo que en la última el leproso no le ofrece una mamada y eso se echa en falta, por que en el libro era sumamente perturbador.

No aparecen las monedas de plata en la primer batalla contra Pennywise, el final cambia muchísimo y posiblemente sea uno de sus puntos más bajos: No tenemos la aparición arácnida que hizo que tantas personas se rascaran de cabeza, los niños desaparecidos literalmente flotan en la guarida (y no se encuentran colgados en telarañas, como era originalmente), Henry Bowers cae por un pozo sin saber si terminará con vida o no y afortunadamente se borra la escena de la orgía con Beverly. El enfrentamiento final termina con todos los niños golpeando a Pennywise y eso es hasta cierto punto ridículo.

Todas estas modificaciones no arruinan la experiencia e inclusive aumentan las ganas de ver cómo se desarrollará la historia en la segunda parte.

Okay, okay, esto está muy bien pero... ¿Y el artífice de las pesadillas para nuestras nuevas generaciones? ¿Qué tal es el nuevo Pennywise?

Tal que así

Todos sabemos que el Pennywise de Tim Curry era magnífico, tanto en apariencia como en actitud y que era sumamente difícil igualarlo y ni qué decir de superarlo. Lo segundo no lo sé, pero lo primero estoy seguro de que fue logrado.

Bill Skarsgård hace un trabajo espléndido. Entiende al personaje como una entidad que se alimenta de miedo pero que adopta la imagen de un payaso porque es posiblemente la personificación que mejor permite mostrar la dualidad entre algo conocido y algo escalofriante, algo divertido y algo macabro. Es por ello que ya en la primer escena, apareciendo frente a Georgie, se nos muestra como un payaso gracioso y capaz de hacer reír a los niños, pero también terrorífico y pesadillezco. A lo largo de la película, esta sensación continúa y pasa de hacernos reír a dar auténtico temor.

Sigo sin saber si esto me debe espantar o dar risa.

Los aspectos que probablemente menos me gustaron se encuentran en la manera de manejar el terror, con múltiples jump-scares y falsos jump-scares (cuando la música se eleva, se hace un close-up a un lugar y de pronto BAAAAAM un zapato. O alguna mierda así), con un volumen de música que llega a sentirse incómodo en momentos donde desearías que la misma película formara el ambiente que quiere de manera natural y no por medio de una banda sonora que, aunque bien lograda, por malas decisiones como la anterior no se disfruta del todo.

Resumiendo: La película es un gran paso adelante respecto a la versión de los noventas. Cumple con lo más difícil de una adaptación que es contentar al público ajeno a la obra y al que ya la conoce. Hizo los cambios necesarios para mantener el interés de aquellos que leyeron el libro, para que no hubiera problemas de censura y para mantener fresco el temor (Las apariciones del monstruo de la laguna, el hombre lobo o la momia pudieron haber resultado risibles en pleno 2017, aunque esta última hace un pequeño cameo que me hizo sonreír por nostalgia) sin llegar a romper la esencia del libro. Es mejorable, claro, sigue siendo una obra que funciona mucho mejor de lo que se podría esperar.

Si no estás muy convencido sobre ir a verla o no, espera a que salga pirata o en internet y si te agrada, vas al cine a ver la segunda parte.
Si ya tienes interés de por sí, te aseguro que vale la pena pagar por ir a verla. Posiblemente no te aterre tanto como la adaptación anterior (Considera que han pasado 27 años desde aquella y que ya tienes pelos en los huevos), pero hay un par de escenas que se quedan aún después de haber salido de la sala.

8/10 - Manita arriba.

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